El caso de esta nieta fue denunciado ante la Conadep por la familia Cugura, quienes sólo conocían a la compañera de Juan Oscar como "Julia". En 2006, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) comenzó una investigación y en abril de 2007, a partir de un testimonio, pudo confirmarse que "Julia" era Olga Noemí Casado. Ambas familias dejaron sus muestras en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y el caso fue incorporado también en Abuelas de Plaza de Mayo.
Entre 1985 y 2000, Abuelas recibió varias denuncias acerca de un matrimonio que tenía una niña anotada como hija propia y que podía ser hija de desaparecidos. La localización de la joven no fue fácil ya que la familia apropiadora solía mudarse con frecuencia. Años más tarde, se pudo establecer la filiación de la joven gracias a una extracción de material genético de sus objetos personales. El 19 de agosto de 2008, el BNDG confirmó su identidad y Silvia Alejandra pudo conocer su historia.