Carlos y Norma –a quien apodaban "La Morocha", "Raquel", "Marta" o "La Turca"– planeaban escaparse a España. Pero el terrorismo de Estado torció el rumbo de sus vidas. Con Carlos fuera del país, esperando a Norma, Marcos y el o la bebé –a quien pensaban llamar Pablo o Soledad–, ocurrió el secuestro. Nada más se supo de ella ni de su embarazo. Carlos debió permanecer en el exilio y Marcos creció con sus abuelos, con una verdad contada lentamente, leyendo las cartas de su papá. Recién cuando cumplió 10 años, pudieron reencontrarse. Mientras tanto, Carlos formó pareja con Ana y tuvo otro hijo, Martín.
Norma era oriunda de Cruz del Eje, Córdoba, donde hizo la escuela primaria y secundaria. En 1968 rindió libre las materias de quinto año y con su hermano Daniel se trasladaron a la capital provincial para ir a la universidad. Norma comenzó a estudiar Ingeniería Electrónica. Durante el ingreso a la facultad, conoció a Carlos, quien venía de estudiar Ingeniería Química en Santa Fe y se cambió a Electrónica. Tras un noviazgo de varios años, en marzo de 1975 se casaron.