La Condena

Condenaron a a prisión perpetua a Manuel Fernando Saint Amant, Federico Bossie y Jorge Muñoz, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en \"La Masacre de la calle Juan B. Justo\", ocurrida el 19 de noviembre de 1976 en pleno centro de la localidad de San Nicolás, de la cual el único sobreviviente es nuestro nieto restituido Manuel Gonçalves Granada. En ese operativo las fuerzas conjuntas del Ejército, la policía Federal y la policía bonaerense asesinaron a la mamá de Manuel, Ana María del Carmen Granada; a Omar Darío Amestoy y María del Carmen Fettolini, junto con sus dos hijos, Fernando y María Eugenia Amestoy, de tres y cinco años, quienes murieron por los efectos de los gases lacrimógenos.    

El Juicio

El juicio, que comenzó en julio de este año, tiene como imputados al ex coronel Manuel Fernando Saint Amant, principal responsable de la represión en la zona; al coronel Antonio Federico Bossie, y al jefe de la Delegación de la Policía Federal de San Nicolás, Jorge Muñoz, quienes están siendo juzgados por homicidio agravado en los casos de la Masacre. En ese operativo las fuerzas conjuntas del Ejército, la policía Federal y la policía bonaerense asesinaron a la mamá de Manuel, Ana María del Carmen Granada; a Omar Darío Amestoy y María del Carmen Fettolini, junto con sus dos hijos, Fernando y María Eugenia Amestoy, de tres y cinco años, quienes murieron por los efectos de los gases lacrimógenos.

El imputado Saint Amant también está siendo juzgado en este proceso por privación ilegítima de la libertad, tormentos, homicidios y sustracción de menores, por las nueve desapariciones de militantes de la Juventud Peronista-Montoneros, ocurridas entre abril y mayo de 1977, en los Barrios Trípoli, Don Bosco y Santa Rosa de San Nicolás, y por el caso de José María Mastroberardino, locatario de la casa en la que vivían algunos de estos militantes.

Manuel, con cinco meses, fue el único sobreviviente del operativo de la calle Juan B. Justo porque su mamá lo resguardó dentro de un ropero para evitar que lo ahogaran los gases lacrimógenos. Luego del operativo fue trasladado al hospital municipal con graves problemas respiratorios y permaneció internado allí, con custodia policial durante tres meses. Tiempo después fue entregado en adopción sin que se buscara a su familia biológica, borrando todo rastro para que no pudiera ser encontrado. Manuel fue localizado en 1995 y en 1997, luego del análisis de ADN, supo quiénes eran sus verdaderos padres: Ana María Granada y Gastón Gonçalves. Así comenzó un rápido e intenso camino para reconstruir su identidad y buscar justicia por los crímenes que atravesaron su vida y la de toda la sociedad.